La sala Xavier Fabregas del teatro Teatreneu de Barcelona ofrece desde mediados de febrero la revista dirigida por Máximo Hita Cantando desnudos. Se trata de la versión española de Naked boys, una obra del director norteamericano Robert Schrock que ha sido traducida a varias lenguas y que hasta el momento ha obtenido gran éxito en los cuatro continentes. Tal y como el nombre indica, ocho jóvenes cantan totalmente desnudos en la mayor parte del montaje musical. Algunos de esos actores son David Llamas, Manuel Ramos, Jaume Ortanobas y Cristian Monasterio. La temática de las dieciséis canciones, acompañadas siempre por el magnífico pianista Sergi Cuenca, es muy variada. Puesto que se trata de una revista, los actores hacen referencia a temas de actualidad y además simulan situaciones en las que una persona puede sentirse desnuda. A veces son interpretados a modo de monólogo o bien cantados en un tono bastante burlesco aunque también encontramos temas tratados seriamente tales como el amor o la muerte.
El musical comienza con la canción Algo más que desnudez, con ella nos hacen saber que para ellos el cuerpo es algo totalmente natural y que por este motivo no les causa ningún tipo de pudor mostrarlo, en definitiva, intentan dejar claro que se trata simplemente de una novedosa forma de hacer teatro. Además los chicos nos animan a que eliminemos todos nuestros prejuicios al verles actuar desnudos y casi sin atrezos. Ciertamente lo consiguen ya que conforme iba pasando el tiempo las miradas que prácticamente en su totalidad se dirigían a los miembros genitales pasaron a dirigirse a las grandes interpretaciones de cada uno de ellos. Las canciones Haztela así y Solo para miembros son una muestra de cómo se puede tratar sin ningún tipo de vulgaridad tabúes de nuestra sociedad como la masturbación mediante espléndidas coreografías y letras con mucho humor . Debido a que la obra original estaba dirigida explícitamente a homosexuales, la versión española también incluye partes en las que ésta temática es muy evidente. En la canción Cálmate, los jóvenes consiguen poner en relieve la doble moral de muchas personas respecto a este tema; hacen una clara referencia al miedo a desvelar la orientación sexual personal por miedo a ser rechazado por el resto. Con la canción Cris, vives en mí, dos de los actores, puesto que uno la canta al principio y otro al final, emocionan al público haciendo alusión a un amor no correspondido. Tras el resto de canciones, los ocho jóvenes hacen un popurrí de las mejores partes poniendo así la guinda final.
Así pues, aunque el erotismo de la obra es innegable, las voces, la interpretación y la iluminación son tan buenas que hacen pasar el desnudo a un claro segundo plano. Cantando desnudos supone una ruptura de los esquemas del teatro que está generando una gran repercusión.
El musical comienza con la canción Algo más que desnudez, con ella nos hacen saber que para ellos el cuerpo es algo totalmente natural y que por este motivo no les causa ningún tipo de pudor mostrarlo, en definitiva, intentan dejar claro que se trata simplemente de una novedosa forma de hacer teatro. Además los chicos nos animan a que eliminemos todos nuestros prejuicios al verles actuar desnudos y casi sin atrezos. Ciertamente lo consiguen ya que conforme iba pasando el tiempo las miradas que prácticamente en su totalidad se dirigían a los miembros genitales pasaron a dirigirse a las grandes interpretaciones de cada uno de ellos. Las canciones Haztela así y Solo para miembros son una muestra de cómo se puede tratar sin ningún tipo de vulgaridad tabúes de nuestra sociedad como la masturbación mediante espléndidas coreografías y letras con mucho humor . Debido a que la obra original estaba dirigida explícitamente a homosexuales, la versión española también incluye partes en las que ésta temática es muy evidente. En la canción Cálmate, los jóvenes consiguen poner en relieve la doble moral de muchas personas respecto a este tema; hacen una clara referencia al miedo a desvelar la orientación sexual personal por miedo a ser rechazado por el resto. Con la canción Cris, vives en mí, dos de los actores, puesto que uno la canta al principio y otro al final, emocionan al público haciendo alusión a un amor no correspondido. Tras el resto de canciones, los ocho jóvenes hacen un popurrí de las mejores partes poniendo así la guinda final.
Así pues, aunque el erotismo de la obra es innegable, las voces, la interpretación y la iluminación son tan buenas que hacen pasar el desnudo a un claro segundo plano. Cantando desnudos supone una ruptura de los esquemas del teatro que está generando una gran repercusión.
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