23 de abril de 2009. Día de Sant Jordi. Barrios del Raval y el Ensanche en la ciudad de Barcelona. Parece que el sol quiere robar el protagonismo a las rosas y a los libros tan típicos de este día. Los rayos solares son tan intensos que se podría decir que el verano está a la vuelta de la esquina. Hablando de esquinas, doblo una y me encuentro a un inmigrante que me ofrece una rosa, detrás de él vienen uno tras otro a lo largo de toda la calle Valldonzella y la calle Tallers. Este hecho hace la jornada más interesante porque me doy cuenta de que Sant Jordi se ha podido convertir en un elemento integrador en la sociedad, y si no es así, al menos me consuelo pensando que esta fantástica jornada será, seguramente, un poco más conocida internacionalmente este año. Una vez terminada la calle Tallers, en la cual he visto rosas de lo más diversas: de chocolate, de caramelo, culés…, subo intentando hacerme un hueco entre la marea de gente que pasea por las ramblas hasta que llego a Plaza Catalunya. Allí puedo apreciar un gran despliegue mediático. Las distintas emisoras de radio han tenido la iniciativa de realizar hoy sus programas en directo desde el centro de la ciudad. No son programas ordinarios sino que, hay actuaciones musicales como la de Tony Manero o la banda catalana Gossos. También hay alguna televisión como TV3 que ha decidido hacer su magazine matinal allí. Tanto las radios como las televisiones presentes están interesados en saber la opinión de la gente, cómo están viviendo la jornada; quieren testimonios.
Después de esto me sumerjo en el siempre majestuoso paseo de gracia. Allí las casetas con libros son todavía más numerosas. De repente observo que una de ellas está rodea de, si se puede todavía más gente. Me acerco pero, no consigo ver de que personaje se trata hasta que escucho a alguien comentar que son los actores del programa de humor catalán Crackòvia, que han sacado un libro con algunos de los mejores gags y la explicación de cómo se produce un show de estas características. En la prensa se ha comentado durante lo días anteriores que seguramente este libro sería uno de los más vendidos. Un poco más arriba encontramos otro puesto de libros abarrotado. Consigo leer en un cartel que se trata de la firma del nuevo libro de Boris Izaguirre titulado Y de repente fue ayer. Me doy cuenta del tirón que tienen algunas figuras mediáticas.
Para terminar mi recorrido giro a la izquierda hasta Rambla Catalunya y sigo subiendo hasta la Diagonal pero, en mi camino pregunto a un par de libreras cuáles son los libros que más se están vendiendo. Una responde que sin duda el de Stieg Larsson (Los hombres que no amaban a las mujeres), sin embargo, su compañera de la caseta de al lado no está de acuerdo porque replica diciendo que ella lo que no para de vender es Crepúsculo para gente joven y Anatomía de un instante de Javier Cercas para adultos.
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