dijous, 15 de maig del 2008

Chatarra por papel

¿Usted cree que gastaría menos dinero si las monedas de 1 euro fueran billetes? Pregúnteselo a sí mismo. Imagínese abrir su cartera y encontrarse pequeños billetes de uno y dos euros. ¿Gastaría menos? Francia sí lo cree. Y es que ha solicitado al Banco Central Europeo que se emitan billetes de estas dos monedas. Ante la creciente inflación que reina en la zona euro, Francia cree que esta medida serviría para que los ciudadanos ahorraran más.

Según algunas investigaciones, cuando una persona paga cantidades inferiores a 20 euros, se desorienta y pierde el sentido del valor del dinero. Que las monedas de uno y dos euros se conviertan en billete ayudaría, según parece, a que los consumidores valoraran más el dinero que tienen y a contener los pequeños gastos. Aún así, no existen pruebas de que este cambio ayudara ni mucho menos a frenar la inflación. Nuestro país ha preferido mantenerse al margen de momento, ya que es pronto aún para plantear una medida así. No obstante, el Banco de España ha comentado que si hubiera una demanda generalizada, es posible que el BCE “autorizara la puesta en circulación de billetes de 1 o 2 euros a medio plazo, siempre conviviendo con las monedas de esa cantidad”. De cualquier forma parece que de momento el BCE no está muy por la labor, pues dice que los costes de fabricación de los billetes serían muy caros.

Preguntando a varias personas se puede comprobar que la idea de los “minibilletes” no es que guste demasiado aquí. Algunos dicen que si lo que quieren es que haya un “efecto psicológico”, que lo que deberían hacer es pintar las monedas de uno y dos euros de color rojo, y si puede ser, añadir una alarma que te recuerde que estás gastando. La mayoría se quejan de que los precios no paran de subir, y no creen que llevar billetes de euro en el monedero vaya a hacer que su economía mejore. No obstante, otros creen que la calderilla es más sencillo dejarla, abulta y es fácil quitártela de encima, mientras los billetes tienen un valor más importante para nosotros. Parece que cuesta más ganarlos. Una persona comentaba: “Yo estuve en Estados Unidos el verano pasado y llegué a tener 10 billetes de un dólar en la cartera. Realmente parece que lleves bastante dinero con tanto billete, aunque no sea así, y cuando ves que vas gastando billetes, tienes la sensación de estar gastando mucho dinero. Puede que realmente esta idea sea útil”. Así, también hay personas que creen que nos pensaríamos más las compras que hacemos. Esto conllevaría por otra parte algunos aspectos menos interesantes, como ahora tener que equipar maquinas de venta automática con lectores de billetes. Además, los billetes de uno y dos euros circularían demasiado, y acabaríamos llevando un montón de fajos mugrientos en la cartera que tendrían que retirarse muy a menudo para sustituirlos por nuevos. Aún así, en Estados Unidos tienen billetes de un dólar. Con esto no quiero decir que nos tengamos que copiar de los americanos (como en la mayoría de cosas hacemos). Simplemente que si no fueran útiles no los usarían, ¿no?

Particularmente, sí creo que cuesta más desprenderse de un billete que de una moneda. ¿O acaso dejaría un billete como propina en un restaurante? ¿Si algo le costara cinco euros, le dolería lo mismo dar un billete de cinco, o dar cinco billetes de uno? Aunque en realidad fuera lo mismo, creo que ayudaría a controlar nuestro gasto, a darnos más cuenta de que el dinero cuesta trabajo conseguirlo. No digo que se retiren las monedas, simplemente que pasen a un segundo plano. Creo que sería más reticente a gastarme el dinero en pequeñas cosas que en realidad no necesito y pienso que esta idea ayudaría a frenar el consumo compulsivo que todos alguna vez tenemos.