Es increíble la de audiencia y seguidores que ha conseguido la serie norteamericana Spartacus: Sangre y Arena. La cadena estadounidense Starz acertó al apostar por este producto televisivo que tanta fama y éxito le ha proporcionado. No es de extrañar. Romper los esquemas que esta, nuestra sociedad, se ha auto inculcado para protegerse a sí misma de lo que se considera degenerado y excesivo se merece, como mínimo, el preciado Globo de Oro.
La serie, que goza del mismo nombre que su protagonista, narra las aventuras de éste: un guerrero tracio que ha sido capturado por los romanos y obligado a entretener al populacho que, siempre hambriento de sangre, contempla como el valiente gladiador debe luchar en la arena para poder reencontrarse con su amada esposa.
La gracia de esta producción reside en la fotografía, que nos trae ciertas reminiscencias de la película 300. La digitalización de las imágenes, los chorros de sangre que salen a borbotones de los miembros amputados de los gladiadores y la repentina lentitud de las escenas más crudas, son los factores que la distinguen de otras insulsas producciones históricas y la asemejan a la mencionada anteriormente.
Algunos la tachan de exagerada, y no sin razón, pues al mínimo golpe de espada ves volar extremidades por los aires y las salpicaduras que la sangre deja en el objetivo de la cámara dificultan saber que está pasando en la trama durante unos segundos. Aún y así, podría calificarse de atrevida, directa y altamente explícita. Sin tapujos. Sin tapujos y sin trapitos, pues los desnudos integrales, tanto femeninos como masculinos, son constantes. Y si hay desnudos, hay sexo. Mucho sexo. A diferencia de otras series y películas, aquí los pezones no se asoman tímidos e inocentes por una esquina de la pantalla, sino que puedes estudiar la anatomía completa de los actores en un ángulo de 360 grados.
La mezcla de violencia y sexo para algunos puede resultar morbosa y para otros censurable, de ahí las múltiples y discrepantes opiniones que se tienen sobre la serie. Indistintamente de lo cada uno piense de ella, es innegable que ha roto los esquemas, y la gran audiencia que tiene lo demuestra. Desde luego, un argumento insulso y con poca sustancia puede convertirse en todo un éxito si lo mezclas con un poco de erotismo y sangre.
Emisión: jueves a las 22.30 en Cuatro
Género: Drama histórico
Creado por: Steven S. DeKnight
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