dilluns, 14 de maig del 2007

Violencia de género: en busca de soluciones

Según un reciente informe del Centro Reina Sofia para el Estudio de la Violencia, España se encuentra en la cola del ranking de las mujeres europeas muertas por maltrato, pero ya son 28 las victimas que ha cobrado este año en nuestro país la denominada violencia de género. Hombres que habían sido denunciados en reiteradas ocasiones y tenían la correspondiente orden de alejamiento, hombres que acababan de ser denunciados por sus parejas, hombres que anteriormente no habían sido violentos... Cada uno de los asesinatos se ha dado en un contexto diferente, pero el final de las historias ha sido el mismo. ¿Y qué hacen desde el Gobierno? Por el momento, las Unidades contra la violencia de Género han sido aumentadas, así como también se ha habilitado un teléfono 24 horas al que pueden acudir todas las mujeres en caso de violencia. Tampoco podemos olvidar la creación de los Juzgados especializados que atienden los casos relacionados con la violencia contra las mujeres ni las casas de “acogida”. Visto lo visto, nada de esto es suficiente para hacer disminuir la lista de mujeres asesinadas.
Afortunadamente, las mujeres maltratadas tienen a día de hoy mayores recursos para salir de sus infiernos particulares pero la mayoría de ellas no se atreve a dar el primer paso: denunciar el maltrato. Según algunos fiscales, la retirada de denuncias de violencia de género es el gran problema a la hora de afrontar un proceso ya que se quedan sin pruebas en muchas ocasiones. Debemos recordar que un gran tanto por ciento de las mujeres maltratadas físicamente también lo son psicológicamente. Quiero decir con esto que, muchas de estas mujeres llegan incluso a pensar que merecen los maltratos y que son debidos a sus malos comportamientos. Evidentemente, en estos casos ni se les pasa por la cabeza denunciar. Es aquí, en el primer paso, donde ahora el Gobierno quiere poner medidas. A partir de ahora, la sospecha de malos tratos tendrá que ser recogida en la historia clínica de las mujeres. Para poder llevar esto a cabo, los médicos de los centros de salud y los profesionales de las urgencias médicas tendrán unas pautas de actuación homogéneas para poder diagnosticar los malos tratos. Cuando sospechen que una mujer puede estar siendo maltratada por su pareja, deberán someterla a una entrevista y registrarla en su historial médico aunque la respuesta de la mujer sea contraria a la esperada. De esta forma, los médicos intentaran ganarse la confianza de las pacientes afectadas y podrán ayudarlas a que rompan el silencio. Además, esta será otra de las formas para poder evitar la falta de pruebas en el caso que la mujer se decida a denunciar.
Todas estas facilidades habilitadas por el Gobierno pueden llegar a ser un problema para algunos hombres. Actualmente hay varias asociaciones de padres que denuncian, cito textualmente, “que a los padres separados se nos haya quitado la presunción de inocencia en caso de denuncia infundada y que los fiscales y jueces españoles no persigan las falsas denuncias que se dan en los procesos de separación y divorcio aún sabiendo que se han producido para obtener ventajas procesales en los mismos”. Según ellos, la actual Ley Integral contra la Violencia de Género debería retirarse ya que no está dando los resultados que se esperaban y sin embargo se están violando derechos fundamentales. Según unos datos publicados recientemente, cada doce minutos se detiene en España a un hombre por violencia de género. Con esta cifra ha surgido la polémica incluso en el ámbito judicial ya que se plantea la posibilidad de que se arreste a hombres sin pruebas necesarias simplemente “por si acaso”. La pregunta que surge en estos momentos es ¿cómo puedes asegurar que una mujer está siendo maltratada por su pareja? o lo que es lo mismo, ¿qué pruebas son necesarias para que un hombre sea detenido por haber maltratado? Será difícil, por no decir imposible, encontrar una respuesta.
En torno al tema de la violencia de género hay varias cuestiones más que son debatidas públicamente como por ejemplo cuáles son los motivos por los que un hombre puede llegar a maltratar o asesinar a una mujer. En la mayoría de ocasiones se da una respuesta sin ir más allá, un ejemplo de ello sería decir que el asesino se encontraba bajo el efecto de drogas o que había sufrido un ataque de celos. Aunque evidentemente no son justificaciones, porque no existen, se debería profundizar para poder encontrar soluciones. El Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, considera que los medios de comunicación tienen un gran peso a la hora de configurar la vida y el carácter de las personas. Según afirmó el director de dicho centro, José Sanmartín, ciertos programas de televisión, concretamente los de prensa rosa o sociedad, vierten un gran contenido de violencia emocional y psicológica que puede llegar a los jóvenes y repercutirles. Quizá los políticos deberían también pararse a pensar en cómo se podría llegar a conseguir una sociedad en la que la violencia fuera condenada por todos; así se ahorrarían el resto.