dijous, 28 de febrer del 2008

Perdieron los dos, por goleada

Bien es cierto, se le tenía ganas al debate Zapatero - Rajoy. Pero éste, ensalzado por analistas y expertos como una interesantísima lucha y una muestra absoluta de democracia, no fue más que una retahíla de mentiras y cruces de declaraciones carentes de sentido e interés para el ciudadano medio.

La igualdad que las encuestas mostraban en la intención de voto, hacían suponer que el cara a cara entre los líderes de los dos grandes partidos estatales podía resultar decisivo a la hora de decantar la balanza en favor de uno u otro candidato. Y, a falta del ‘encuentro de vuelta’, la cosa está como estaba. Aunque, en realidad, y por méritos de ambos, merecerían haber perdido la mitad del electorado, no a favor del rival, sino de terceros partidos. Dichoso bipartidismo…

La hora y media que duró el debate, no tuvo más que reproches de uno a otro – por su participación como ministro en el gobierno Aznar – y de otro a uno – por esta legislatura que está a punto de acabar -. Ninguno de los dos mostraron qué quieren para estos cuatro años, ni propuestas ni deseos, sino que nos recordaron qué hicieron mal sus rivales por España. Y además, y por si fuera poco, lo hicieron con demagogia, falta de respeto y datos inciertos. Vaya, en otras palabras, que jugaron a engañarnos.

Esperemos que el debate del lunes, moderado por Olga Viza, cambie radicalmente el discurso. Esperemos, pues, que los políticos en cuestión decidan dar respuesta a las dudas de los electores, que se dejen de datos macroeconómicos, que están muy bien para los que los entiendan, y nos hablen del precio de la gasolina, del problema de los cercanías, de la sanidad pública o de la educación. Esperemos que todo esto no quede en simple deseo.

1 comentari:

Jack Dawkins ha dit...

si senyor, estic amb tu, pero si tot això que dius arribés a succecir hauriem de parar un moment i mirar en quin païs som, perquè ja et dic jo que no serem a Espanya.