Todavía faltan diez minutos para que empiece la conferencia y, sin embargo, el aula ya está prácticamente llena. Como consecuencia de la multitud de gente (también en el suelo sentada) hace calor y algunas personas se abanican mientras esperan que los conferenciantes se sienten y empiecen. Las expectativas de la charla son muy altas y, todavía más cuando los invitados hacen acto de presencia; todos son calvos y de la calvicie se dice que es un signo de sabiduría.
La introducción va a cargo de Marçal Sintes, profesor de la Facultat de Comunicació Blanquerna que formula una serie de preguntas sin respuesta que le sirven para presentar a los invitados. En primer lugar Màrius Carol, director de comunicación del grupo Godó, después Miquel Mas, consejero delegado de Tiempo BBDO y, por último, Jaume Roures, uno de los principales propietarios de Mediapro.
Màrius Carol en su intervención habla de la importancia del diario en papel, el fenómeno de los periódicos gratuitos, da su opinión acerca del EGM (Estudio General de Medios) y comenta los lectores de cada periódico en relación a su edad.
El segundo en hacer su intervención es el señor Miquel Mas. Se dirige de forma más directa a los allí presentes con expresiones como: “vosotros”, “tenemos en común”… Además, trata el tema de qué es lo que tienen en común las audiencias. También menciona el poder de interacción de éstas. Este hecho hace que hasta el momento, continuo movimiento de personas entrando y saliendo, disminuya durante unos minutos, al menos los que dura su intervención, porque en cuanto el tercer invitado, Jaume Roures, empieza su presentación, la gente vuelve a entrar y salir de la sala constantemente. Al contrario de lo que pueda parecer éste empieza fuerte porque en su primera frase ya hace mención a un tema quizás un poco polémico o, por lo menos chocante, y es que dice que hay que distinguir varias formas de hacer televisión, porque entre otras existe la manera italiana y dos de las grandes cadenas de España son de dueños italianos. La intervención del señor Roures se alarga un poco y eso hace que aparezca un murmullo incesante.
Sin embargo, tras las diversas aportaciones de cada uno de los conferenciantes se abre el turno de preguntas. Las primera tratan de la relación entre la calidad y la cantidad de la audiencia. Después se pregunta al director de comunicación del Grupo Godó acerca de la posibilidad de publicar La Vanguardia en catalán, pero esta pregunta parece que tampoco despierta mucho el interés de la audiencia allí presente.
Desafortunadamente, las preguntas que más llaman la atención al público son las que se realizan al final y apenas hay tiempo para responderlas. Tratan temas polémicos como el de la batalla legal entre telecinco y lasexta o las actuaciones de ciertos medios de comunicación ante una noticia que quizás les perjudica. Cuando termina la conferencia la gente se va con la sensación de haber querido hacer más preguntas a los tres, en un principio, “sabios”.
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