Las Ramblas con Cleopatra, con pistoleros que te guiñan un ojo si les echas unos céntimos... Las Ramblas,, donde hasta el Ché sobrevive recitando su discurso: “Y hasta la victoria siempre” , abuelitos de paseo, grupos de italianas con mochilas iguales, y algún que otro peatón que juega su suerte en las cabinitas azules de la ONCE...tiendas de souvenirs donde se apelotonan Sagradas Familias en miniatura, tenderetes de animales donde cantan los gallos y nadan los peces de colores, gardenias y bambúes, y esa brisa mediterránea que sube desde abajo de las Ramblas, desde donde Colón, con su índice, señala a las Américas...
Y hoy además Las Ramblas se ha vestido de letras y de rosas.
Cuenta la leyenda que sobre un caballo blanco iba cabalgando apresurado un caballero. Se dirigía al pueblo de Montblanc, en Tarragona a salvar a la princesa de las garras de un malvado dragón que allí habitaba. Con una única lanza, consiguió su objetivo el caballero. El rey, como ofrenda, quiso entregarle la mano de su hija, pero él la rechazó alegando que su hazaña no era más que una petición del señor, le regalo una rosa a la princesa y le vieron, en su partida, empequeñecer poco a poco hacía las montañas.
Al caballero imbatible, le seguimos rindiendo homenaje cada 23 de Abril. Y hoy pasean por Las Ramblas miles de princesas con su rosas. “Hi ha la rosa alexandrina, la vera i la d’esbarzer, també les de Palestina, que floreixen sense espina de Jericó en lo roser”“ como decía en unos versos del poema “ Sant Jordi” Verdaguer.
Por una de esas bellas casualidades de la historia, Sant Jordi tuvo que concederle parte del protagonismo a Miguel de Cervantes. Hace ya casi cuatro siglos el universalmente consagrado escritor nos dejaba, y así por las Ramblas pasean también muchos Quijotes enloquecidos por la lectura.
Aquel día de primavera en que Cervantes fallecía, llegaba al mundo otra de las grandes figuras literarias de la historia, William Shakesperare, haciendo aún mas redondo, si cabe, el día de las letras.
Hoy, más que un paseo, parece el pasillo interminable de una biblioteca. Entre los libros relucen algunos títulos. Los cuentos de “Si et menjes una llimona sense fer ganyotes” de Sergi Pàmies, “La sangre de los inocentes” de Julia Navarro, la nueva edición de “Cien años de Soledad” o otros menos académicos como el del programa de TV3 “Polonia”, y “Me’n vais” del comediante Pepe Rubianes. La lluvia, siempre a ratos presente en este día, se ha olvidado de venir, y un sol impertinente lo baña todo. En el cielo, atados, viajan unos globos de propaganda política, formando un tripartito aéreo; también volando van una pareja de loros fugitivos, de esos loritos que cuentan que un día escaparon del zoo, ansiosos de libertad y como tantos otros enamorados han decidido venir a pasar el día aquí en las Ramblas.
Y hoy además Las Ramblas se ha vestido de letras y de rosas.
Cuenta la leyenda que sobre un caballo blanco iba cabalgando apresurado un caballero. Se dirigía al pueblo de Montblanc, en Tarragona a salvar a la princesa de las garras de un malvado dragón que allí habitaba. Con una única lanza, consiguió su objetivo el caballero. El rey, como ofrenda, quiso entregarle la mano de su hija, pero él la rechazó alegando que su hazaña no era más que una petición del señor, le regalo una rosa a la princesa y le vieron, en su partida, empequeñecer poco a poco hacía las montañas.
Al caballero imbatible, le seguimos rindiendo homenaje cada 23 de Abril. Y hoy pasean por Las Ramblas miles de princesas con su rosas. “Hi ha la rosa alexandrina, la vera i la d’esbarzer, també les de Palestina, que floreixen sense espina de Jericó en lo roser”“ como decía en unos versos del poema “ Sant Jordi” Verdaguer.
Por una de esas bellas casualidades de la historia, Sant Jordi tuvo que concederle parte del protagonismo a Miguel de Cervantes. Hace ya casi cuatro siglos el universalmente consagrado escritor nos dejaba, y así por las Ramblas pasean también muchos Quijotes enloquecidos por la lectura.
Aquel día de primavera en que Cervantes fallecía, llegaba al mundo otra de las grandes figuras literarias de la historia, William Shakesperare, haciendo aún mas redondo, si cabe, el día de las letras.
Hoy, más que un paseo, parece el pasillo interminable de una biblioteca. Entre los libros relucen algunos títulos. Los cuentos de “Si et menjes una llimona sense fer ganyotes” de Sergi Pàmies, “La sangre de los inocentes” de Julia Navarro, la nueva edición de “Cien años de Soledad” o otros menos académicos como el del programa de TV3 “Polonia”, y “Me’n vais” del comediante Pepe Rubianes. La lluvia, siempre a ratos presente en este día, se ha olvidado de venir, y un sol impertinente lo baña todo. En el cielo, atados, viajan unos globos de propaganda política, formando un tripartito aéreo; también volando van una pareja de loros fugitivos, de esos loritos que cuentan que un día escaparon del zoo, ansiosos de libertad y como tantos otros enamorados han decidido venir a pasar el día aquí en las Ramblas.
Isabel Roldán Monés
3 comentaris:
M'agrada molt !!! molt !!!
a mi també!!!
felicitats isa. molt literari i molt bonic!
gracies isa per aquestes lletres. es un text delicat i femení en el seu punt just.
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