Desde que tenemos democracia, todo partido que ha ganado unas municipales después acabó ganando las generales. El PSOE en el 79, para después ganar en el 82; el PP en el 95 con el consiguiente triunfo de Aznar en el 96; y Zapatero en el 2003. Por ello PP y PSOE se han tomado tan en serio estas municipales, aunque ambos insisten en que no son unas primarias se comportan como si lo fueran. Y en el punto de mira, José Luís Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Los máximos dirigentes de la política española, uno al poder y el otro en la oposición. Dos licenciados en derecho, de cinco años de diferencia y con ansias de poder. Dos personajes con los que los dibujantes se regodean día a día en la prensa, un duelo de ideales, de modo de vida y de intereses que nos llega a todos; cada día más incrédulos.
Se pasean por la península alardeando de sus triunfos y escondiendo sus derrotas. Machacándose el uno al otro, llegados al punto de recurrir a la ironía y la burla. Esto ya no es política, es un partido de tenis, y quien lance la pelota con más potencia ganará. Convencerá a los indecisos y afianzará a los más radicales.
Desde el PP ofrecen confianza, con una campaña política moderada, dicen; con la verdad por delante. Se identifican con Angela Merkel o Nicolas Sarkozy, dos conservadores moderados que han conseguido el poder en sus respectivos países. Están dando más una imagen de partido de gobierno que de oposición, pues así se ven en un año, en el poder. Un poder que les arrebató el PSOE en el 2003 después de al guerra de Irak.
Rajoy habló en un mitin en Melilla de la “defensa de la unidad de España, la recuperación de los grandes consensos, y la mejora del bienestar y la riqueza de los españoles, que es a lo que se dedica el PP”. Lo más importante dijo; “es el sentido común”, que es de lo que carece el Gobierno de Zapatero, “porque en estos tres años de gobierno no ha habido un debate ideológico, sino falta de sensatez y sentido común”. Debería cuestionarse porque no ha habido este debate, quién ha sido el que lo ha impedido. Porque el Congreso de los Diputados estos últimos meses parecía más un patio de colegio que un lugar donde deciden en favor del ciudadano.
Las listas impugnadas de ANV, la corrupción urbanística, la reforma de la Constitución, la utilización de los jueces o las víctimas del terrorismo como arma política, estos son algunos de los temas que copan el debate político actual. Dos partes enfrentadas y por lo que parece irreconciliables.
Sobre ANV ha hablado, por fin, Zapatero en un mitin celebrado en Vitoria y a apoyado la impugnación de la mitad de las listas de Acción Nacionalista Vasca., ha afirmado que la Ley de Partidos se ha aplicado "en sus justos términos, no menos de lo que exige ni más de lo que establece". Estas palabras han hecho rugir más a Mariano Rajoy que quiere ver y hacer creer que existe un pacto entre ETA y el Gobierno. ANV acabará presentándose a las elecciones, como sea después su actuación determinará si los jueces estaban en lo cierto y no están vinculados con los terroristas, o si por el contrario han dejado entrar en política a la ilegalizada Batasuna.
En cuanto a la corrupción urbanística, muchos se preguntan si fue coincidencia que el primer mitin de Zapatero se celebrara en Marbella, coincidiendo con las acusaciones de blanqueo de dinero sobre Isabel Pantoja. Desde el Gobierno se ha asegurado que no se sabía nada, y que poder legislativo y político no tienen ninguna vinculación en las democracias. Pero las dudas están sembradas. Rajoy, por su parte, acusa al gabinete de Zapatero de inculpar solo a corruptos populares y obviar que también hay y sigue habiendo corruptos socialistas.
El PSOE busca el voto del millón y medio de nuevos votantes – entre 18 y 22 años- , otra vez el voto de los jóvenes que hace ya tres años les dieron la victoria. Por otra parte el PP hace un llamamiento a “los que se sientan desengañados del Gobierno de Zapatero, a los que el socialismo genera inquietud y a los que crean que el Gobierno a perdido el rumbo”.
Recuerdo que no estamos ante unas primarias, pero me pregunto donde se habrán metido los candidatos a los que debemos votar este próximo 27 de mayo. La política española está encabezada por un candidato de “principios de hojalata”, tal como describió Zapatero al líder popular, y otro con los “principios de Grouxo Marx” según dijo Rajoy de Zapatero.
Qué vamos ha hacer con estos líderes que copan las páginas de los diarios con insultas diarias. Cómo decidir con un conservador casi extremo pero que prefiere definirse como “moderado liberal” y con un socialista que aunque sus intenciones y propósitos son buenos no sabe llevarlos a cabo.
No son unas primarias, pero tal como marca la historia, decidiremos en estas municipales quien nos gobernará durante los cuatro próximos años. Ahora toca decidir qué preferimos: un Grouxo Marx o un Rajoy de hojalata.
Se pasean por la península alardeando de sus triunfos y escondiendo sus derrotas. Machacándose el uno al otro, llegados al punto de recurrir a la ironía y la burla. Esto ya no es política, es un partido de tenis, y quien lance la pelota con más potencia ganará. Convencerá a los indecisos y afianzará a los más radicales.
Desde el PP ofrecen confianza, con una campaña política moderada, dicen; con la verdad por delante. Se identifican con Angela Merkel o Nicolas Sarkozy, dos conservadores moderados que han conseguido el poder en sus respectivos países. Están dando más una imagen de partido de gobierno que de oposición, pues así se ven en un año, en el poder. Un poder que les arrebató el PSOE en el 2003 después de al guerra de Irak.
Rajoy habló en un mitin en Melilla de la “defensa de la unidad de España, la recuperación de los grandes consensos, y la mejora del bienestar y la riqueza de los españoles, que es a lo que se dedica el PP”. Lo más importante dijo; “es el sentido común”, que es de lo que carece el Gobierno de Zapatero, “porque en estos tres años de gobierno no ha habido un debate ideológico, sino falta de sensatez y sentido común”. Debería cuestionarse porque no ha habido este debate, quién ha sido el que lo ha impedido. Porque el Congreso de los Diputados estos últimos meses parecía más un patio de colegio que un lugar donde deciden en favor del ciudadano.
Las listas impugnadas de ANV, la corrupción urbanística, la reforma de la Constitución, la utilización de los jueces o las víctimas del terrorismo como arma política, estos son algunos de los temas que copan el debate político actual. Dos partes enfrentadas y por lo que parece irreconciliables.
Sobre ANV ha hablado, por fin, Zapatero en un mitin celebrado en Vitoria y a apoyado la impugnación de la mitad de las listas de Acción Nacionalista Vasca., ha afirmado que la Ley de Partidos se ha aplicado "en sus justos términos, no menos de lo que exige ni más de lo que establece". Estas palabras han hecho rugir más a Mariano Rajoy que quiere ver y hacer creer que existe un pacto entre ETA y el Gobierno. ANV acabará presentándose a las elecciones, como sea después su actuación determinará si los jueces estaban en lo cierto y no están vinculados con los terroristas, o si por el contrario han dejado entrar en política a la ilegalizada Batasuna.
En cuanto a la corrupción urbanística, muchos se preguntan si fue coincidencia que el primer mitin de Zapatero se celebrara en Marbella, coincidiendo con las acusaciones de blanqueo de dinero sobre Isabel Pantoja. Desde el Gobierno se ha asegurado que no se sabía nada, y que poder legislativo y político no tienen ninguna vinculación en las democracias. Pero las dudas están sembradas. Rajoy, por su parte, acusa al gabinete de Zapatero de inculpar solo a corruptos populares y obviar que también hay y sigue habiendo corruptos socialistas.
El PSOE busca el voto del millón y medio de nuevos votantes – entre 18 y 22 años- , otra vez el voto de los jóvenes que hace ya tres años les dieron la victoria. Por otra parte el PP hace un llamamiento a “los que se sientan desengañados del Gobierno de Zapatero, a los que el socialismo genera inquietud y a los que crean que el Gobierno a perdido el rumbo”.
Recuerdo que no estamos ante unas primarias, pero me pregunto donde se habrán metido los candidatos a los que debemos votar este próximo 27 de mayo. La política española está encabezada por un candidato de “principios de hojalata”, tal como describió Zapatero al líder popular, y otro con los “principios de Grouxo Marx” según dijo Rajoy de Zapatero.
Qué vamos ha hacer con estos líderes que copan las páginas de los diarios con insultas diarias. Cómo decidir con un conservador casi extremo pero que prefiere definirse como “moderado liberal” y con un socialista que aunque sus intenciones y propósitos son buenos no sabe llevarlos a cabo.
No son unas primarias, pero tal como marca la historia, decidiremos en estas municipales quien nos gobernará durante los cuatro próximos años. Ahora toca decidir qué preferimos: un Grouxo Marx o un Rajoy de hojalata.
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