diumenge, 15 de maig del 2011

“Huston, we have a problem”



La empresa Frogtek impulsa una idea que pretende mejorar el comercio en los países emergentes y del tercer mundo



El desarrollo y crecimiento de los diferentes países del mundo no es, ni ha sido nunca, igualitario. Algunos territorios se desarrollan más rápido que otros y crecen, por lo tanto, con mayor frecuencia y eficiencia. Todos sabemos que no podemos comparar el desarrollo de ciudades como Nueva York o Tokio, con el crecimiento de muchas de las ciudades que componen el continente de África, por ejemplo. De este modo, la capacidad de actuación de cada zona del mundo frente a un problema o desajuste (ya sea económico, comercial, territorial, etc) será distinta.



Desde el punto de vista económico, es oportuno hablar de una empresa llamada Frogtek. Se trata de una entidad que fue creada para ayudar a los pequeños comerciantes en países emergentes y del tercer mundo a escapar de la pobreza. De manera más concreta, Frogtek se dedica a diseñar herramientas de productividad en teléfonos móviles para pequeños comerciantes en países pobres.


La empresa fue fundada por David Del Ser y actualmente está formada por un grupo muy reducido de personas, concretamente catorce componentes, que se encuentran distribuidos por todo el mundo.


Todo empezó con una idea. Del Ser, decidió presentar el proyecto de esa idea a un concurso en la ciudad de Nueva York, donde consiguió abrirse las puertas al mundo empresarial. Fue ese el momento clave en el que grandes inversores decidieron apostar por la idea del joven madrileño y dieron el primer empujón a la joven empresa. Desde entonces, ésta ha ido creciendo poco a poco y actualmente actúa básicamente en México y Colombia, donde está intentando desarrollar el cumplimiento de su objetivo.


El objetivo principal de la empresa es básicamente social. Sin embargo, tal y cómo nos cuenta su Director Técnico, Guillermo Caudevilla, no renuncia al ánimo de lucro. Caudevilla justifica esto diciendo que “para obtener los objetivos sociales que pretenden conseguir y para tener un impacto grande, lo mejor es tener un negocio que escale, un negocio que sea rentable, para que todo el mundo salga beneficiado”. En definitiva, se trata de equilibrar la balanza de la obtención de beneficio económico con la recompensa social.


Tal y como hemos comentado anteriormente, hay una serie de problemas que afectan a muchos países en todo el mundo. El director técnico de Frogtek bromea afirmando “Huston, we’ve a problem” y, seguidamente, afirma que “sólo cuando uno es verdaderamente consciente de que existe un problema, actúa en consecuencia”. De este modo, hay diversos problemas que Frogtek pretende solucionar en los países en los que tiene actuación, a partir de su proyecto.


En primer lugar, sería oportuno hablar de las tiendas (en las que los pequeños comerciantes venden centenares de productos distintos) situadas en los países pobres. Allí no hay tecnología, porque la persona que vende no puede comprarse un ordenador, o a lo mejor, no se siente cómoda utilizando uno. Se trata de comercios donde no hay contabilidad, donde no se llevan los datos de manera organizada y, por tanto, nadie puede saber qué productos funcionan bien y cuáles no. El resultado de todo esto es sencillo: la quiebra de los comercios. Estas tiendas no duran más de dos años, porque no funcionan.


También, cabe explicar que en estas tiendas se vende Coca Cola, Nestlé, Danone, etc. Caudevilla nos explica que “se trata de grandes empresas que aquí (en España o Norte América) tienen todo controlado: Saben qué venden, a quien lo venden y porqué lo venden. Saben a qué precio y a quien se lo venden. Sin embargo, en los países subdesarrollados, estas empresas no pueden evaluar sus propias promociones, no pueden hacer un seguimiento sobre un producto que sacan de la calle, ya que no tienen datos sobre qué es lo que funciona allí y qué es lo que no”. Las empresas, por tanto, no tienen una información adecuada para ser óptimos distribuyendo y para poder funcionar correctamente.


Por otro lado, el que acaba pagando las consecuencias de todo es el consumidor. Éste “acaba pagando el pato de la mala gestión de los comercios”. Por ejemplo, en las zonas más ricas de Bogotá el precio de los productos en los supermercados es muy bajo. Sin embargo, en las zonas más pobres, el precio de estos productos es el triple, por lo que hemos comentado anteriormente, porque todo funciona de manera desastrosa: El tendero es poco profesional y tiene que subir el precio de sus bienes. Frogtek considera que “todo esto se puede solucionar con la tecnología”.


Es importante, también, hablar de los bancos. Los comercios son los principales clientes de los bancos, de la industria de los microcréditos. En los países emergentes, los bancos dan los créditos a ciegas, ya que no existen las hojas de balance y el comerciante no paga impuestos, entre otras cosas. Frente a este problema, los bancos no quieren gastar dinero en ir tienda por tienda a ver “qué tal está cada una”. Así pues, existe un descontrol económico muy elevado.


De este modo, el tendero (una figura que siempre había estado ignorada), ahora está en medio de dos negocios gigantes: Los fabricantes y los bancos. Ya no son sólo los tenderos los que tienen necesidades. Por un lado, los fabricantes necesitan información de mercado (para poder enviar los pedidos online, para enviar publicidad a las tiendas de manera directa). Por otro lado, los bancos necesitan información sobre la gente a la que les dan créditos..


La solución para todos los problemas anteriormente citados la propone Frogtek y se basa en “utilizar un teléfono móvil para, uniéndolo a un lector de código de barras, llevar una serie de gestiones” (registro ventas, inventario, proveedores, clientes y poder dar la información diaria de cómo va un negocio, hacer recomendaciones, etc). La idea es ayudar a estas personas a ser más eficientes.


Ésta es una plataforma para dar una herramienta de negocio y también de formación a los comerciantes y a sus proveedores. La empresa Frogtek quiere ser capaz de obtener todos los datos de muchas tiendas y poder enviar la información que se obtenga a las grandes empresas (Coca-cola, Nestlé…). Así pues, por un lado, los comerciantes podrán gestionar sus actividades de manera más ordenada y podrán organizar su negocio más fácilmente. Y por otro lado, las grandes empresas podrán hacer estudios de mercado eficientes y elaborar y enviar aquellos productos que realmente se consumen en cada tienda. La idea principal es que “los comercios aprendan a funcionar mejor en entornos muy complicados, a través de una herramienta que todos sabemos utilizar: el teléfono móvil”.


El modelo de negocio es básico. Se basa en la colocación de un teléfono móvil en cada tienda donde se registran todos los datos de lo que va sucediendo ahí. Los tenderos tienen información, informes gratuitos de cómo funciona la tienda, recomendaciones y diversos servicios adicionales. Esta aplicación (que incluye todo lo que pasa en cada tienda) se vende a fabricantes, financieros, etc, y les es útil para su función comercial.


El proyecto, que permite (o permitirá) a los comerciantes y empresas tener una mejor relación, ha pasado por diferentes fases.


En el inicio del proyecto, la empresa tuvo que trabajar por su cuenta en un piloto propio. Lo primero de todo fue generar el producto, trabajando con tiendas en Bogotá para poder adaptarlo a sus necesidades. Según afirma Caudevilla “no es válido diseñar algo aquí y que funcione allá. Hay que estar en los países de actuación, con los usuarios reales, porque estos tienen necesidades muy distintas en cada lugar. En función de esto, se creará un producto y otro.”


Actualmente, la empresa se encuentra en un proceso de crecimiento de la red. Se han lanzado en este ultimo año diferentes pilotos (entre ellos un acuerdo con BBVA en Colombia, otro con Telefónica en México, entre otros). Aumentando la red de actuación se consigue una masa crítica para saber si las operaciones en cada país funcionan y si la idea de Frogtek puede ser vendida y, en definitiva, útil.


De cara al 2012 y como tercera fase, la empresa pretende crecer e ir hacia más países para ver si el modelo innovador escala. La evolución de esta idea dará frutos “una vez el modelo de negocio esté claro y pueda ser repetible”.



Como último matiz cabe exponer los diferentes retos que Caudevilla afirma tener junto con su empresa. Con optimismo el director técnico aclaró la “necesidad de trabajar interconectados con los países” (cosa que ya intenta Frogtek desde su nacimiento), “conseguir la confianza de los pequeños comerciantes” y “mejorar en temas de logística e infraestructuras” para así, día a día crecer, tanto en el ámbito exterior, con el aumento en países de actuación; como en el terreno interno de la empresa, con una evolución que les permita mejorar éste proyecto social, aún embrionario.




Jara Laliena Estallo